La universidad que potencia el ingenio, la innovación y el emprendimiento.
Nuestros estudiantes experimentan la ingeniería, la computación y los negocios desde el día uno a través de nuestra metodología de aprendizaje activo
Ese es el ADN de nuestros estudiantes: alcanzar el más alto nivel académico y desarrollo personal.
El paso decisivo para encontrar las mejores soluciones.
Informes de sostenibilidad
contacto:
Giancarlo Marcone
DIRECTOR DE HACS
gmarcone@utec.edu.pe
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La Real Academia de las Ciencias de Suecia reconoce anualmente a investigadores que han realizado aportes significativos en la física, química y fisiología-medicina. Los Premios Nobel no son solo un reconocimiento, también son un reflejo de cómo se produce el conocimiento científico en la actualidad.
Más allá de las disciplinas, vemos que los proyectos galardonados se caracterizan por colaboraciones internacionales, grandes equipos de trabajo, investigaciones que duran años o décadas y de una constante alimentación de nuevo conocimiento.
Premio Nobel de Química: Por el desarrollo de un método de edición genética
Para muchos científicos era un hecho que la tecnología CRISP/Cas9 recibiera el Premio Nobel, la pregunta era cuándo. Esta tecnología, conocida como ‘tijeras genéticas’, permite realizar modificaciones en el código genético pudiendo silenciar o reparar genes, lo cual tiene un gran potencial en terapias génicas para combatir enfermedades como el cáncer.
Por primera vez en la historia se ha concedido el galardón a un equipo conformado únicamente por mujeres; en este caso son las investigadoras Emmanuelle Charpentier y Jennifer A. Doudna. El premio llega dentro de una serie de conflictos respecto a la patente de esta tecnología y otros aspectos relacionados con CRISP/Cas9 que fueron fundamentales para que Charpentier y Doudna descubrieran el potencial genético de esta tecnología, que fue identificada por primera vez como un mecanismo de defensa en las bacterias. Sin embargo, no cabe duda que el aporte realizado por las investigadoras significa una revolución para la biomedicina y la bioingeniería.
La aplicación de CRISP/Cas9 ha llamado a la regulación ética de esta tecnología porque podría ser utilizada para modificar el código genético en embriones y otros seres vivos. Para esto sería necesario conocer a detalle qué genes interactúan para producir determinadas enfermedades o patologías y lo cierto es que, a la fecha, no conocemos nuestro código genético a detalle. Sin embargo, la propia tecnología CRISP/Cas9 está siendo utilizada para acortar esta brecha de información sobre nuestro genoma humano.
Premio Nobel de Fisiología o Medicina: por el descubrimiento del virus de la hepatitis C
Aunque el virus del SARS-COV-2 sea el “protagonista” de este año, existen muchos otros virus que ponen en riesgo nuestra salud, como lo es el virus de la hepatitis C, que afecta anualmente a 71 millones de personas en todo el mundo. Por el descubrimiento de este virus, el Premio Nobel de Fisiología y Medicina ha sido entregado al bioquímico Harvey J. Alter, el microbiólogo Michael Houghton y el zoólogo Charles M. Rice.
El virus de la Hepatitis C es uno de los 5 tipos de virus de la hepatitis conocidos por afectar principalmente al hígado y pudiendo causar fibrosis, inflamación (cirrosis) y hasta cáncer hepático. En la década de los 70s ya se conocían los virus de la hepatitis A y B, pero fue Harvey Alter quien describió un tercer tipo en pacientes con hepatitis que se observaba en pacientes que habían recibido transfusiones de sangre. Tras descartar que estos pacientes se hubieran contagiado con los virus A o B, Alter llamó a este tercer tipo virus de la hepatitis non-A non B (NANBH). Este tercer virus empezó a ser descartado en las transfusiones de sangre, reduciendo el posible contagio por esta vía.
Durante años, el virus non-A-non-B no había sido descrito ni aislado, fue hasta finales de los 80s cuando Michael Houghton logró aislar el virus de muestras de chimpancés con complicaciones hepáticas. Parte de esta caracterización significaba conseguir el código genético del virus y comprobar que este correspondía a los anticuerpos desarrollados por los pacientes con hepatitis. Gracias a estos experimentos se pudo comprobar que la presencia de este tercer tipo de virus podría afectar crónicamente al hígado.
A pesar de estos avances, aún quedaba una pregunta por responder: ¿Era el virus de la Hepatitis C el único patógeno necesario para producir hepatitis? Al investigar enfermedades es necesario descartar que estas sean multifactoriales, es decir causada por diferentes agentes. En el caso de este virus fue Charles Rice quien determinó que el virus de la hepatitis C no era una enfermedad multifactorial, facilitando los esfuerzos para reducir los contagios por este virus. Con este descubrimiento, se cerró una cadena de interrogantes que empezaron décadas atrás y que las respuestas han sido aplicadas a reducir el número de contagios del virus de la hepatitis C.
Premio Nobel de Física: Sobre el origen y locación de los agujeros negros
Por segundo año consecutivo el Premio Nobel de Física recae en el área de astrofísica, reconociendo a Roger Penrose, Reinhard Genzel y Andrea Ghez por sus contribuciones en el descubrimiento y caracterización de los agujeros negros. Este es un ejemplo de cómo la Academia Sueca reconoce las teorías junto con sus demostraciones observacionales, que suelen producirse años o décadas después.
En 1965, Roger Penrose partió de la teoría general de la relatividad de Einstein para demostrar que los agujeros negros podían formarse y los caracterizó a detalle usando métodos matemáticos. Penrose describió a los agujeros negros como objetos que colapsan en sí mismos porque la gravedad es tan grande que produce una densidad infinita donde no puede ni escapar la luz.
Esta teoría dio lugar a nuevos estudios que buscaban probar la existencia de los agujeros negros en el espacio. A partir de la década de los 90s, los astrofísicos Reinhard Genzel y Andrea Ghez se enfocaron en estudiar el centro de nuestra galaxia, en concreto una región conocida como Sagitario A. Usando uno de los telescopio más grandes del mundo ubicado en Chile, Genzel pudo medir las posiciones y los movimientos de las estrellas. Mediante estas observaciones, comprobó que al centro de la Vía Láctea, existía un objeto muy pequeño, pero de densidad muy grande que correspondía a un agujero negro. Compartiendo el descubrimiento, se encuentra la astrofísica Andrea Ghez, quien confirmó la presencia de súper agujeros negros en el centro de nuestra galaxia.
Adicionalmente, Andrea Ghez, ha alcanzando otro precedente, siendo la cuarta mujer en recibir el Premio Nobel de Física. El hecho ha sido reconocido por la academia y el público general, tras la controversia del año pasado, cuando solo una mujer fue reconocida con el Premio Nobel, y fue en la disciplina de economía. En un año donde la ciencia ha sido protagonista, los Premios Nobel nos devuelven la seguridad en que la ciencia continúa avanzando, fuera y dentro de los titulares.
Por: Alejandra Ruiz León.
Carreras en ingeniería y tecnología que van de la mano con la investigación y la creación de soluciones tecnológicas de vanguardia, comprometidas con las necesidades sociales y la sostenibilidad.
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