Investigadores de UTEC desarrollan tecnología que permitirá la extracción sostenible de oro en la selva

Como cualquier actividad humana, el sector minero causa un impacto ambiental, pero es sumamente necesario para obtener los recursos minerales de los cuales depende nuestra tecnología y sociedad. 

Sin embargo, el problema es que, mientras existe un sector formal que cumple con las normas ambientales, en nuestro país convive también el sector informal, que no trabaja bajo las mismas condiciones. Por ejemplo, ante la ausencia de regulaciones, la minería informal puede ocasionar problemas ambientales, como la deforestación de bosques y la contaminación con insumos de alta peligrosidad, como el mercurio. Según datos del Ministerio del Ambiente (MINAM), se estima que, en los últimos 20 años, se han lanzado más de 3.000 toneladas de mercurio a los ríos amazónicos.

La solución a este grave problema no solo pasa por una mayor fiscalización y leyes más severas, también consta del uso de la ciencia y la ingeniería, aplicadas de manera interdisciplinaria, para diseñar estrategias de minería más limpias, que reemplacen técnicas o insumos peligrosos e ineficientes. 

En esta línea, investigadores de la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC) -en colaboración con la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), Universidad Nacional Amazonica de Madre de Dios (UNAMAD) y el Imperial College London- vienen trabajando en el desarrollo de nuevas metodologías de minería integradas para un mejor aprovechamiento de los recursos en la región de Madre de Dios. Esta zona es rica en oro y una serie de elementos denominados "tierras raras", que son muy valorizados en la actualidad debido a su uso en dispositivos electrónicos.

“Este proyecto reduce el impacto ambiental reemplazando insumos peligrosos, como el mercurio, y desarrollando estrategias de tratamiento de residuos generados. De este modo, ayuda a la extracción de metales estratégicos que permitan establecer un diferencial sobre la minería artesanal, la cual está únicamente enfocada en el oro”, explica Juan Carlos Rodríguez, docente de Ingeniería Química de UTEC.

Con la aplicación de estos nuevos métodos, una empresa de la pequeña minería podría obtener más ganancias, no solo mediante una mejorada extracción de oro y de otros elementos a partir de los sedimentos, sino gracias al procesamiento de los residuos abandonados previamente. Al mismo tiempo, el desarrollo de estas tecnologías facilitaría la formalización de dichos mineros.

“A pesar de la pandemia, ya hemos empezado a recoger los primeros resultados y, de hecho, han sido presentados en el Congreso del International Mineral Processing Council. La identificación de las especies minerales de interés ha sido ya lograda y estamos en proceso de culminar el diseño de los procesos de concentración, extracción y tratamiento de efluentes”, detalla el investigador.

Actualmente, el proyecto -que se inició en el 2018, con apoyo del FONDECYT y del Banco Mundial- se encuentra en su último año de ejecución. Una vez que se tengan los resultados integrados, se buscará financiamiento para escalar el proyecto y trabajar con mineros formales en Madre de Dios.

CIENCIA PARA CREAR SOLUCIONES

El primer paso se dio a través de la identificación de la naturaleza de los minerales que contienen el oro y las tierras raras. Una vez conocidas sus propiedades, el equipo de investigadores desarrolló nuevos métodos para la concentración de los minerales de valor, de tal manera que el volumen de material por procesar disminuya. 

Para el tratamiento de este material concentrado, no se utiliza mercurio ni cianuro -comunes en la minería informal actual- sino que se emplearán alternativas más ecológicas y de menor impacto ambiental. Además, se están estudiando métodos de tratamiento de los residuos generados por estos procesos.