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Desde pequeña, Nadia Chamana estuvo destinada a brillar. Ingresó en el primer puesto al Colegio de Alto Rendimiento de Arequipa, su ciudad natal. En 5to de secundaria, participó en un concurso de becas para estudiar en UTEC y resultó una de las ganadoras, con lo cual ha logrado cubrir los costos de universidad, alojamiento, transporte, alimentación y viajes para ver a su familia, además de acceder a una subvención económica.
“El enfoque que tenía la universidad sobre la ingeniería y las ciencias me pareció increíble. Al inicio, no sabía si elegir Ingeniería Ambiental o Bioingeniería. Sin embargo, incluso antes de postular, lo que más llamaba mi atención eran la ingeniería genética y la biotecnología. Me apasionaba poder modificar los elementos de la naturaleza para introducirles funciones nuevas que me permitieran resolver problemas. La Bioingeniería me abría esa posibilidad”, señala Nadia.
Es así como hoy, a sus 21 años, gracias a su beca, no solo está cursando su 5to año de carrera, sino que ha logrado realizar un intercambio estudiantil en el Institut Sup'Biotech de París. Ella también ha sido elegida como una de los 100 Leaders of Tomorrow por Global Biotech Revolution (GBR). Asimismo, desde septiembre, ha empezado a trabajar en unas pasantías en la Sorbonne Université (Francia) y se está preparando para realizar un internship en Canadá este 2023.
Recientemente, tuvo la oportunidad de presentar MikuyTec, startup en la que viene trabajando junto a cinco estudiantes, en la competencia ‘Prototypes for Humanity’, en Dubái. Este evento selecciona a 100 proyectos de todo el mundo que tengan un gran impacto social y un alto grado de innovación.
Nadia, ¡felicidades por todo lo que estás logrando! ¿Nos podrías contar un poco más sobre MikuyTec?
¡Claro que sí! Durante el 2021, MikuyTec fue un proyecto de investigación que presentamos en la competencia iGEM Design League. Ahí obtuvimos el primer lugar y tres premios especiales (‘Mejor Implementación de Diseño’, ‘Mejor Infografía Científica’ y ‘Héroes Locales’). La iniciativa consistía en un antifúngico de fuente natural que se rediseñe con biología sintética para proteger frutas y verduras en diferentes etapas de la cadena de distribución de alimentos, con lo que extenderemos su vida útil. El producto final que esperamos es un polvo que se pueda diluir en agua y rociar.
Pero, ahora, buscamos consolidar MikuyTec como startup, por lo que nos encontramos buscando inversores que nos permitan dar el siguiente paso en el desarrollo de nuestro negocio. No queremos ofrecer una formulación, sino una plataforma que incluya bioinformática, biología sintética, sistemas biológicos y bioprocesos para poder producir soluciones antifúngicas para diferentes mercados.
¿Con quiénes vienes trabajando este emprendimiento?
Actualmente, somos seis integrantes activos dentro del proyecto. Cinco nos encontramos estudiando Bioingeniería en UTEC (yo, María Andrea Gonzales, Jeremy Guerrero, Alexander Huayhua y Gabriel Loayza) y uno cursa Ingeniería Agroindustrial en la UNMSM (Darwin Díaz). Además, estamos siendo asesorados por Ursula Rodriguez, docente de UTEC.
¿Cómo impactarán en el mundo con esta startup?
La pérdida de frutas y verduras ataca a casi toda la cadena de valor. Por eso, queremos ofrecer el producto a agroindustrias o agroexportadoras que tengan esta problemática. Así, evitaremos que los alimentos se desperdicien. Además, ―a diferencia de los preservantes― al tener un producto natural, mejorará la calidad de nutrición de los consumidores finales. Por otro lado, también habrá un impacto ambiental, pues se reducirá la contaminación por CO2, la cual es producida por residuos.
¿Nos puedes contar un poco más sobre esta transición de proyecto de investigación a startup?
¡Por supuesto! Como parte del premio de iGEM Design League, recibimos mentorías de Ginkgo Bioworks. Fueron, aproximadamente, tres meses. Con ello, afinamos todo el diseño. También recibimos el financiamiento de la síntesis de ADN, lo que equivale a casi 20 mil dólares.
Pero, aún necesitamos un fondo que nos permita cubrir la realización del prototipo. Por eso, en el 2022, hemos postulado como startup a iGEM EPIC, la incubadora de iGEM. Esto nos permitió participar, hace algunas semanas, en iGEM Grand Jamboree (París), en la categoría ‘Food and nutrition’. Así, nos seleccionaron para estar presentes en el Startup Showcase, una feria de startups de biología sintética.
Recientemente, he tenido la oportunidad de presentar MikuyTec frente a la familia real en Dubái, en la competencia Prototypes for Humanity, en la categoría ‘Food’, siendo el único equipo peruano en participar. Así, hemos logrado conseguir contactos y conversar con inversores.
¿Cómo describes esta experiencia en Dubái?
¡Maravillosa! Estuve rodeada de gente muy talentosa e inteligente que trata de resolver problemas alrededor de todo el mundo. Estar en Dubái es como viajar 10 o 20 años al futuro. Ellos piensan en implementar todo lo relacionado a organismos modificados e invierten en grandes ideas. Creen en tu capacidad, en tu proyecto y en el gran impacto que puedes tener en la sociedad a pesar de tu corta edad. Eso me encantó.
¿Cuáles son los próximos retos para MikuyTec?
El primer hito será constituir la empresa. Luego estamos planeando trabajar de la mano con una compañía. También queremos seguir postulando a incubadoras y conseguir inversores.
Y, si hablamos un poco más de ti, ¿cuáles son tus planes después de egresar?
En realidad, quiero que MikuyTec tenga más estabilidad. Me gustaría tener una inversión de dinero más firme y cofounders definidos. La razón por la que soy intern aquí es porque puedo adquirir mucha experiencia en biología sintética de forma práctica. Posteriormente, tendré la pasantía en Canadá, donde realizaré cuatro meses más de investigación en el mismo campo.
Por otro lado, espero culminar mi tesis y adquirir la mayor cantidad de conocimientos. Y, quizás, inspirar a más personas a seguir su camino.
¿Cómo te ha ayudado UTEC en tu formación profesional y con MikuyTec?
Gracias a la beca integral que poseo, he podido recibir una formación extraordinaria en UTEC. La universidad tiene un nivel educativo muy alto y competitivo, lo que nos prepara para cumplir con los estándares que exige el mundo. Además, posee importantes convenios. En mi caso, he podido estar de intercambio en Europa y sé que estoy al nivel de alumnos de otras instituciones líderes. Todo lo que estoy aprendiendo lo aplicaré en MikuyTec.
¿Qué le dirías a los futuros bioingenieros?
Que crezcan pensando en tener impacto en el mundo y que, por más que su camino se vuelva difícil, sigan perseverando por sus sueños. Cuando realmente tienes una meta definida, todo lo demás fluye fácilmente. Si haces las cosas de forma correcta y te esfuerzas, los resultados van a llegar. Se puede resaltar estudiando, pero deben hallar su camino. Yo lo encontré con MikuyTec y ahora todos mis objetivos están alineados a este proyecto.
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